La tradición vinícola de la familia Docampo se inició hace varias generaciones, cuando se cultivaban los viñedos y se elaboraban sus vinos en las tierras de Cenlle. En la década de 1930 surgen las actuales instalaciones en Ribadavia, desde donde se comercializó el vino a toda Galicia y se inició la fase expansiva del negocio. En 1988 se renovaron las instalaciones para adecuarlas a los nuevos tiempos y exigencias del mercado. Docampo, nombre unido desde siempre al Ribeiro, defiende una apuesta firme por la calidad, innovando y aplicando las nuevas tecnologías a la experiencia y conocimientos adquiridos a lo largo de los años. El negocio se mantiene en el ámbito estrictamente familiar. Docampo no olvida el cultivo del viñedo y cultiva más de 5 hectáreas propias a pleno rendimiento.